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Cuando Andrea y Pietro aterrizaron en Almería, yo apenas llevaba seis meses trabajando en La Guajira y ya había entendido que no existe «zona confort» en este lugar. Eran los primeros voluntarios del programa erasmus+ que recibíamos en la asociación y venían seis meses con un proyecto muy bonito: realizar un documental sobre la cultura en Almería.
Un proyecto precioso que tenía como cabecillas a tres personas con un total de cero experiencia en una tarea de este tipo y un equipo formado por un joven realizador italiano que nunca había hecho un documental y otro joven técnico de sonido resuelto, pero acostumbrado a sonorizar en un teatro. Por no hablar del equipo, en el que había más piezas prestadas que propias y más de una carencia. ¿Qué más se podía pedir? Por suerte, el hilo conductor de la propuesta estaba claro: realizar una panorámica del asociacionismo cultural en la ciudad de Almería, cómo ha transformado la ciudad y del flamenco de paso. ¿Fácil, no?
Como os decía, no es La Guajira un lugar donde se lleve la comodidad ni se sopesen las dificultades de un proyecto antes de decidir si llevarlo a cabo o no. Si eso fuera así, La Guajira en sí no existiría. Manuel y Jesús están lo suficientemente locos como para meterse de lleno en iniciativas titánicas, tan sólo hace falta que les mueva la ilusión. Y en este caso había mucha, tanto por parte del equipo guajiro como por parte de Pietro y Andrea.
Fueron seis meses de entrevistar a muchas personas cuya visión sobre la ciudad o la cultura nos parecía interesante. Horas de pensar posibles estructuras e hilos argumentales que se enredaban antes de que pudiéramos atarlos, teras de vídeos con charlas, conciertos, encuentros formales e informales… También hubo desencuentros, claro, y estrés y desesperación y todas las cosas que pasan cuando emprendes un proyecto con más ilusión que medios. Mientras Pietro y Andrea se empapaban de la ciudad, a veces con la cámara y otras con unas tapas delante, empezando a entender de lo que hablaban y llegando a olvidar que sólo estaban de paso. De hecho, todos llegamos a olvidarlo.
Hoy, casi tres años después y tras varias idas y venidas de Andrea y Pietro, vuelven de nuevo, esta vez para presentar su trabajo en FICAL y con la intención de quedarse en Almería. Su mirada fue capaz de sacar ese hilo conductor a la película, de tejer todas las experiencias filmadas junto a las suyas, eliminar lo que sobraba y terminar registrando eso que anhelábamos contar: cómo la cultura puede cambiar un lugar y a las personas que lo habitan.
El próximo lunes 22, en el Teatro Apolo, podremos compartir el estreno del documental «De ida y vuelta», en el que Pietro Formici y Andrea Risso, narran, a partir de la historia de La Guajira y de la suya propia, cómo las personas pueden cambiar su entorno y cómo la cultura conecta y mueve a las personas. Las entradas se pueden sacar 24h antes del evento aquí.
No, no es La Guajira un lugar donde se lleve lo de la «zona de confort». Quizás la conozcáis por los conciertos, pero esta casa siempre se está inventando o reinventando algo y, por suerte, siempre hay personas en el camino dispuestas a sumarse y ayudar, porque la ilusión es tremendamente contagiosa. Si queréis contagiaros un poquito, os esperamos el 22 de noviembre a las 17:30 en el Teatro Apolo. Nosotros estaremos allí, con toda nuestra ilusión.
Queremos dar las gracias al programa Cuerpo Europeo de Solidaridad, de la Comisión Europea, a Fundación Unicaja y a Diputación de Almería por el apoyo que nos han brindado para hacer este proyecto realidad.