En el curso 2018-2019, por fin, hemos podido realizar uno de los sueños que teníamos cuando comenzamos la andadura guajira: ofrecer clases de guitarra para los niños/as del barrio. Los intentos que habíamos hecho hasta ahora habían fracasado, sobre todo porque no habíamos sido capaces de hacerlas gratuitas y la barrera económica era un problema para muchos vecinos. A comienzos de este curso escolar, sin embargo, nos lo propusimos de nuevo y…. ¡Lo hemos conseguido! Hay que decir que ha sido gracias al apoyo de Cajamar, que nos ha permitido ofrecer las clases de manera gratuita, incluso incluir la guitarra.
«Apoyo escolar al toque», como se ha llamado la iniciativa, ha consistido en un programa de clases de guitarra flamenca y apoyo en el trabajo académico, con dos profesores cualificados. Los miércoles por la tarde, entre las 17 y las 19, La Guajira se ha llenado de vida, talento y risas, con un grupo de niños con increíbles capacidades y muchas ganas de aprender. Ha sido una experiencia piloto de lo que esperamos sea un brazo guajiro que crezca y crezca: el de la formación artística gratuita para jóvenes y niños, trabajando por crear nuevas oportunidades, sobre todo a aquellos que tienen un acceso más difícil a ella. Por eso cerramos el curso con mucha ilusión y muchas ganas de repetir, mejorar y ampliar el alcance de esta iniciativa. Porque nos ha encantado, pero nos ha sabido a poco.
Hemos trabajado con jóvenes que prometen ser figuras de la guitarra (alguno tiene hasta cayos en los dedos de tocar mañana, tarde y noche) y con niños que no habían cogido en su vida la guitarra. Y en todos los casos la experiencia ha sido muy enriquecedora. Unos han aprendido de otros, todos han aprendido del profesor y se ha generado un ambiente maravilloso en torno a la música. Como cierre del programa, los niños ofrecieron una gala final acompañados por la cantaora Rocío Zamora y el guitarrista Gabriel Pérez (su profesor de guitarra durante el curso). En la que pudieron compartir, con sus familiares y el público guajiro todo lo aprendido este curso.
Cerramos esta primera prueba piloto con la esperanza de que podamos repetir experiencia en el curso 2019-2020 y ampliemos el alcance, llegando a más niños e incluyendo, quién sabe, otros instrumentos. La semilla ya está puesta, sólo nos hace falta un poquito de riego 😉