La obra de Maximiliano Galdame (Mendoza, Argentina, 1988) navega entre la pintura y la escultura, ofreciendo una nueva vida a objetos y materiales que interviene hasta darles una nueva identidad. Música, reciclaje, artesanía, recuperación y amor por elementos muertos para resucitarlos, son los ingredientes de una obra en la que la renovación late y la creatividad explota.
La creatividad y el cambio son, de hecho, dos constantes que trascienden su obra para dirigir su vida (¿o viceversa?). Maximiliano se crió en Argentina hasta que la crisis de 2002 hizo que dejara su país junto a su madre y sus dos hermanos pequeños para empezar una nueva vida en Almería, siempre plagada de dificultades económicas, esfuerzo y el sueño continuamente pospuesto de poder dedicarse al arte algún día. De nuevo buscando un futuro mejor, Galdame emigra a Bélgica, donde entra trabajar como ayudante del pintor y escultor Avi Kenan, su referente y mentor en el universo del arte, y donde conoce a la pintora Argentina Zamora, un ejemplo de la importancia del trabajo y la perseverancia. De vuelta a Almería, Maximiliano empieza a explorar su propio camino artístico que toma forma coincidiendo con el nacimiento de su primera hija. Al final, es ese espíritu de nueva vida el que conecta todas las obras de este artista acostumbrado a construir con sus propias manos nuevas oportunidades, sea para él, o sea para los instrumentos viejos que resucita en sus obras
Entrada libre