Ahora que han pasado unos días (incluso vacaciones) de por medio, podemos por fin sentarnos a escribir tranquilamente sobre lo que pasó el pasado 13 de abril, el en VII Festival Flamencos por La Guajira. Es complicado dar forma a todo lo vivido. Más de 700 personas, un escenario en llamas con el arte de dos bailaores que no parecen de este mundo, un público entregado como jamás habíamos visto y nosotros boquiabiertos. Fue, sencillamente, INOLVIDABLE.
Desde la aparición de Pepe, capaz de hacernos reír antes de abrir la boca, la noche fue una sucesión de emociones sin tregua… Empezó Inés de Inés por bulerías, acompañada al cante de Cristo Heredia y Antonio García ‘El Genial’, especialmente inspirado anoche, a la guitarra José Bellido y a las palmas y jaleos Tony Santiago y Juan Andrés Heredia. Un enérgico arranque donde se demostró la pasional forma de baile de Inés de Inés, a costa de la fría técnica. Tras una tanda por tangos, donde se deslizaron algunas estrofas de la rama extremeña y un remate por Morente, volvería a aparecer Inés de Inés en escena para terminar su actuación por seguiriyas.
A esas alturas el público ya estaba listo y ambientado para jalear como requería la ocasión a los hermanos Antonio y Manuel Fernández Montoya, Farru y El Carpeta, respectivamente, nietos del gran Farruco. Comenzaron con dos breves solos por seguiriyas, para terminar de manera conjunta levantando los vítores y olés generalizados. Nadando a favor de corriente, tras unas bellas alegrías a la guitarra de José Gálvez, con percusión de Antonio ‘El Polito’, el cantaor Antonio Villar se entonaría para la salida de El Carpeta, cuya juventud no le impide mostrar una carismática puesta en escena.
Para el regreso al escenario del Farru llegaría una tanda de soleás. El bailaor ofreció el número más destacado de la noche, generoso en el metraje, la velocidad y los movimientos, para acabar tan extenuado en el esfuerzo como el público en su satisfacción.
Como manda la tradición no escrita, tras más de dos horas del mejor flamenco corporal, la velada concluyó con los dos grupos sobre las tablas del Auditorio, compartiendo el fin de fiesta por bulerías, incluso con invitadas desde el patio de butacas.
De nuevo nos toca dar las gracias al Ayuntamiento de Almería y al Auditorio Maestro Padilla por hacer posible cada año el festival, son nuestros cómplices principales en esto; gracias a Fundación Unicaja por sumarse una cita más a la aventura; gracias a La Voz de Almería y Radiolé por el soporte y la difusión que nos han dado en esta edición, nuestros patrocinadores principales sin cuyo apoyo hubiera sido imposible traernos a dos figuras con Farru y El Carpeta. Gracias también al Ayuntamiento de Almería por su cobertura, por la crónica del evento que realizó y las maravillosas fotos (nos han servido para elaborar este resumen).
Gracias a las empresas colaboradoras Estrella de Levante, Rocymar, Aire Hotel Almería, Pedro Lirola Architecture, Hyundai Almerialva, Murex Factoría de Color, Enrique Zubieta Ortopedia Médica, Bodega Barea Granados y Guía Flama.
Gracias por supuesto a las academias colaboradoras Acompás, Ana Alonso, Dancealmerimar, Adagio, Pas de Deux, Entreacto y El Jaleo.
Y, lo más importante, gracias a las 721 personas que vinisteis y a los que no vinisteis peros nos apoyáis cada día en todo lo que hacemos. ¡Nada de esto tendría sentido sin vosotros!