Bajo el título «Virgen de la Esperanza», Guerrero nos invita a un recorrido fotográfico por su particular álbum familiar, más allá del hogar y los genes. La muestra, que acoge la Asociación Socio-cultural La Guajira, se inaugura el 12 de diciembre de 2019 y se podrá visitar hasta el 8 de enero de 2020.
La exposición se plantea como un relato de experiencia en 24 imágenes, construido desde la intuición y concebido para ser disfrutado del mismo modo. Con un enfoque poético, donde espacio y vínculo son los protagonistas, las fotografías requieren de una distancia que les permita revelarse al espectador, sin un significado definido. Cada una de las fotografías seleccionadas funciona como un fogonazo de vida que se ha adherido al artista.
El fotógrafo presentará, además, un fanzine homónimo en el que se recoge el relato en imágenes de la exposición. La publicación, una colaboración entre Guerrero y La Guajira, pretende dar una nueva dimensión a la muestra, permitiendo que la historia trascienda los muros y acompañe al espectador más allá de la sala. La edición está limitada a 28 ejemplares numerados que se podrán adquirir en la sede de la asociación.
Juan Guerrero Linares (Almería, 1980), comenzó su andadura con la cámara en el año 2006. Primero de su promoción en el Máster de Fotografía de la escuela EFTI de Madrid en 2007, ha trabajado como fotógrafo de arquitectura para la Comunidad de Madrid, como asistente de la fotógrafa Sofía Moro en publicaciones como Vogue, Vanity Fair y el País Semanal, en prensa diaria en La Voz de Almería o como fotógrafo turístico. Ha publicado los libros “Playing Campus” para EUDAL, editorial de la Universidad de Almería, y FICAL, con fotografía de autor sobre el festival, editado por Diputación de Almería.
La Asociación Socio-cultural La Guajira es una entidad sin ánimo de lucro afincada a los pies de La Alcazaba y concebida para promover el arte y la creación en Almería desde su fundación en 2012. La asociación ofrece una programación estable de mínimo tres conciertos a la semana, con un marcado acento flamenco, pero con propuestas que abarcan todos los estilos musicales. Aparte de la apuesta musical, La Guajira acoge una exposición distinta cada mes, actividades infantiles, intercambio de idiomas, teatro, charlas, cine y otras manifestaciones artísticas o culturales que no tienen cabida en espacios comerciales.